Signos de alerta del autismo. Las primeras y más importantes señales que te harán sospechar que tu hijo es autista.

A fecha de hoy, 1 de cada 100 niños tienen algún problema del desarrollo que puede parecer (o ser) un trastorno del espectro autista, es decir, autismo. En esta Guía encontrarás la ayuda que necesitas para saber si tu hijo es Autista lo antes posible y el camino a tomar para evitar errores o dudas así como las pautas principales de tratamiento.

A pesar de su frecuencia, la mayoría de los padres no saben cuáles son las señales de alerta del autismo. Y si, hay una serie de signos de alerta para detectar el autismo que te pueden ser de mucha ayuda para saber qué hacer en caso de que tu hijo los presente.

Vamos a ir viendo cual es el proceso habitual que lleva el desarrollo madurativo de un niño autista y los factores más importantes que tienes que tener encuentra para sospecha un posible autismo. Sólo si eres capaz de detectar las señales de alerta precoces del autismo, tendrás en tu mano empezar el camino más importante de tu vida.

¿Que és el autismo? ¿Que son los trastornos del espectro autista?

Una explicación sencilla y clara. 

Antes de entrar en aspectos más profundos relacionados con la causa del autismo o los síntomas de los trastornos del espectro del autismo, creo que es importante que te quede claro realmente qué es el autismo y que características tiene el cerebro de alguien que tiene este tipo de problemas

El Autismo es un trastorno del desarrollo del sistema nervioso en el que se produce una alteración de los mecanismos de comunicación entre las diferentes áreas del cerebro.

Esto genera un funcionamiento anómalo de la regulación de las respuestas del cerebro a los estímulos externos que recibe a la vez que dificulta. un funcionamiento correcto de nuestro sistema de pensamiento, consciencia y autoregulación. 

Autismo, trastorno del espectro autista, trastorno generalizado del desarrollo…

¿Por qué tiene tantos nombres y cuál es el correcto?

Realmente, la cuestión del nombre tiene que ver con la evolución del conocimiento sobre el autismo que hemos ido teniendo a lo largo del tiempo.

En la actualidad, se acepta principalmente el término de trastornos del espectro autista como un conjunto de patologías que incluyen diferentes tipos y grados en función de la gravedad de los mismos y las consecuencias que producen sobre la vida diaria.

Dentro de ello, Autismo haría referencia al más grave de todos. Es el que conocemos desde siempre y con frecuencia aparece en los medios de comunicación, en películas u otras situaciones.

Si hablamos del concepto del “espectro autista”, nos podemos encontrar casos leves con apenas dificultades en la vida diaria además de los explicados en el párrafo anterior, casos de autismo clásico.

También hay alguno tipos particulares de autismo como el Síndrome de Asperger en los que encontramos una elevada capacidad intelectual, un lenguaje de inicio a edades muy tempranas y avanzado para la edad junto con una importante limitación para gestionar las habilidades sociales (No entienden las bromas, el sarcasmo, los segundos sentidos…)

El concepto de trastorno generalizado del desarrollo tiene su origen en la descripción de los síntomas generales del autismo. Al afectarse muchas áreas del desarrollo, se ha usado este término para diferenciarlo de otros problemas en los que la afectación es más limitada como los trastornos específicos del lenguaje y similares.

El problema es que el nombre de TGD ha sido usado de forma buenista para denominar a los casos de TEA y en muchos casos ha llevado a errores en la terminología tanto entre los padres como entre los profesionales.

La causa del autismo. ¿Por qué es autista mi hijo?

A pesar de que aún no se conocen todas las causas que pueden provocar el autismo, las podemos dividir en 3 grandes grupos que te comento aquí abajo. A pesar de ello, apenas conseguimos encontrar la causa de la mitad de los casos.

  • Causas del trastorno del espectro autista de origen genético
  • Origen congénito del autismo (no genético)
  • Origen metabólico de los TEA
La causa del autismo. ¿Por qué es autista mi hijo?

Las causas genéticas de los trastornos del espectro autista alcanzan el 75% de los casos. Ahora mismo, gracias a los avances que hemos visto en los últimos años en genética, es el campo que más ha avanzado.

En la actualidad contamos con los Arrays, el exoma, la secuenciación masiva… que son diferentes pruebas que nos permiten conocer cada vez mejor los genes relacionados con el autismo.

También hay casos de autismo congénitos pero no genéticos. Esto significa que hay causas del autismo que no son genéticas sino relacionadas con problemas durante el embarazo.

Para terminar, los factores metabólicos relacionados con el autismo no tienen que ver con la alimentación sino con la existencia de alguna alteración en los procesos metabólicos celulares que provoca anomalías en el desarrollo cerebral o en las vías de comunicación de las neuronas entre sí y con el resto del organismo.

Síntomas del autismo.

 Cuáles son, cuándo aparecen y cómo evolucionan con la edad

Aunque se habla mucho sobre la cuestión de los síntomas que presenta un niño autista, la mayoría de los padres no tenéis claro en qué consisten. Para aclarar este tema, me voy a centrar en tres grupos principales de síntomas y voy a explicarte con detalle en lo que consisten.

Los síntomas principales del autismo son:

  • La existencia de un trastorno de la comunicación.
  • Presencia de un trastorno de la relaciones sociales.
  • Un patrón restringido de intereses, conductas repetitivas estereotipadas.

Esto, a grandes rasgos, podría servir para definir las características más importantes de los trastornos del espectro autista. Aún así, veo como en muchas ocasiones, niños pequeños con problemas del desarrollo de otro tipo, son diagnosticados como niños autistas sin serlo.

El motivo es que no es fácil discriminar el origen de algunos comportamientos habituales de los niños pequeños de otros que son anormales, y dentro de estos, los que se deben al autismo de otros que puedan deberse a la existencia de retraso madurativo, déficit de atención, hiperactividad o TDAH en general.

Además, cuanto más pequeños son los niños, más difícil es de valorar la situación.

 

Veamos algunos ejemplos

Cuando analizamos el concepto de trastorno de la comunicación como síntoma principal de un niño autista, no podemos quedarnos en catalogar como tal a cualquier niño que no hable. Si fuera, así, todas las personas mudas o cualquier niño con retraso o trastorno del lenguaje cumpliría este criterio.

Debemos delimitar este trastorno de la comunicación a aquellos casos en los que el niño es incapaz de transmitir o recibir información por parte de otras personas. Esto ocurre en aquellos que se aislan, no muestran relación o vínculo con las personas conocidas, no transmiten ni entienden sentimientos y de forma general, no es capaz de intercambiar información con otras personas. Este sería el concepto en niños autistas.

Si atendemos al trastorno de la relaciones sociales, no queremos decir con esto que cualquier niño que no mire a la cara, no responda a su nombre o no juegue con otros niños sea autista.

Debemos tener en cuenta aspectos más importantes para catalogar este síntoma como típico del autismo. Nos referimos a aquellos niños que no son capaces de establecer una relación con otra persona porque no puede establecer un vínculo con ella ni siquiera a nivel emocional.

Aunque te mira, no transmite nada, no recibe nada. No puede relacionarse ni establecer ningún intercambio de información con el entorno.

Finalmente, el patrón de conductas inflexibles o repetitivas no supone simplemente que le gusten las ruedas dando vueltas. Los intereses restringidos no suponen solo que haya algo que les guste mucho.

La inflexibilidad mental no es tener manías o costumbres muy cerradas. Estamos hablando de situaciones que llegan a limitar la vida y actividad diaria de los niños que lo sufren.

Significa no poder dejar de realizar una actividad porque esta te produce tan “enganche” que dejarla les supone un verdadero problema. Necesitan tener las cosas en un orden concreto y romper ese orden le produce un nivel extraoridaniramente alto de ansiedad

Evidentemente, a pesar de poder escribir estas palabras, es imposible transmitir la experiecnia de conocer los comportamientos, conducta, hábitos y el funcionamiento mental de los niños autistas frente a otros que tienen otros problemas o no tienen ninguno.

El principal problema es cuando estas dudas o esta falta de criterio para discriminar las situaciones, le ocurre a un profesional del ámbito sanitario. Hacer un diagnóstico de autismo no es fácil pero requiere más que hacer baterías de tests a los niños y a sus padres, requiere conocimiento, experiencia, análisis y dedicación.

Un niño autista es perfectamente normal en el momento del nacimiento

 La evolución del desarrollo de un niño con autismo es habitualmente normal durante los primeros meses e incluso durante el primer año. Salvo en casos muy concretos, los padres no suelen apreciar ningún problema significativo en su hijo hasta entonces.

A pesar de ello, si es verdad que hay estudios que muestran que muchos de los adres cuyos hijos se diagnostican de autismo, han referido que durante el primer año les ha llamado al atención que el comportamiento era especialmente tranquilo o pasivo.

Esto parece estar relacionado con una alteración en la respuesta a los estímulos externos que los hace poco reactivos a los mismos..

Se están haciendo muchos estudios para intentar encontrar más información sobre el proceso de desarrollo cerebral en niños con trastornos del desarrollo pero aún no contamos con información suficiente al respecto.

En otras ocasiones, se aprecia algún problemas con aspectos más evidentes, ya sea con el lenguaje, que debería aparecer alrededor del año, o con el juego con otros niños.

niño con autismo

En casos de mayor gravedad, se aprecian auténticas regresiones neurológicas. Esto quiere decir que el niño va retrocediendo en su desarrollo y va dejando de hacer cosas que ya había sido capaz de desarrollar como el lenguaje, señalar…

Alrededor de los 18 meses es cuando aparecen las señales más importantes. ¿Tiene que ver con la vacuna?

Claramente no. Esta duda ha estado muchos años rondando la cabeza de muchos padres y hay múltiples estudios que analizan esta teoría. Se han analizado las vacunas hasta la saciedad pasando por sus componentes principales y por sus excipientes sin poder encontrar ningún tipo de relación entre el autismo y las vacunas.

A pesar de ello, aún hay quien piensa que el autismo se debe a las vacunas o que las vacunas tienen algún perjuicio para los niños. Nada más lejos de la realidad. Son los medicamentos que más vidas han salvado en la historia de la humanidad y la relación de las vacunas con los trastornos del espectro autista está descartada al 100%

El principal motivo por el que los síntomas del autismo aparecer alrededor de los 18 meses es la propia evolución del desarrollo neurológico infantil. A partir de los 18 meses es cuando los niños adquieren un mayor nivel de autonomía física.

Ya son capaces de hablar, andar e incluso correr. Todo este proceso requiere un elevado nivel de desarrollo neurológico y lleva aparejado un importante desgaste energético para nuestro organismo.

Todo el complejo sistema de conexiones cerebrales en desarrollo debe ir funcionando correctamente y en el autismo hay un problema en ese proceso de conexiones y comunicación entre las diferentes áreas del cerebro. No hay más, es algo tan sencillo y tan complejo como esto. Las vacunas no tienen nada que ver con el autismo.

El pediatra es un profesional muy importante en detección del autismo

Muchas veces no son los padres en detectar la sospecha de autismo en un niño. A veces hay algún familiar, como un abuelo que te dice que le ve algo raro al niño. Otras veces, aunque tu ves que hay algo raro no dices nada y esperas a ver como evoluciona…

En muchos casos, es el pediatra de cabecera el primero en dar la voz de alarma. Los controles de niño sano tienen, entre otras finalidades, comprobar que el proceso de desarrollo neurológico de los niños va por el buen camino y no hay nada fuera de lo normal. Como entenderás, es fundamental que exista el programa de control de niño sano.

Por otro lado, los pediatras son profesionales formados y con experiencia en la valoración de niños desde el nacimiento y de hecho, son los responsables de velar por la buena evolución de la salud de los niños a su cargo.

En la mayoría de los casos, el pediatra no te va a decir “tu hijo es autista”, pero va a detectar que algo relacionado con su desarrollo no evoluciona como debe y te va a recomendar el camino a tomar para saber por qué. Además, te va a recomendar qué hacer mientras se encuentra la respuesta, ir atención temprana.

Los programas de atención temprana están desarrollado para evaluar de una forma detallada el nivel de desarrollo de niños antes de los 6 años y estimular de forma activa las áreas del mismo que puedan estar alteradas.

Estos programas se ponen en marcha desde la detección de algún problema para ayudar a favorecer su proceso evolutivo mientras se ponen los medios para averiguar la causa del mismo.

No todos los niños con trastorno del espectro autista son iguales

Partiendo de la base de que con “espectro” nos referimos a un grupo amplio y variado de situaciones, claro está que niños con autismo hay de muchos tipos.

Cuando hablamos de tipos no me refiero a una clasificación sino a una amplia variedad en relación a los síntomas principales existentes, la gravedad de esos síntomas y la existencia de problemas añadidos o comorbilidades.

Igualmente, es importante valorar estos aspectos en relación a la repercusión final que producen en el propio niño. si habla, si es autónomo, si tiene epilepsia asociada…

niños con trastorno del espectro autista

La difícil decisión. ¿Es autista o no? ¿Cómo se diagnostica el autismo?

Teniendo en cuenta la repercusión de un definir un caso como de autismo, es fácil entender que para establecer un diagnóstico debamos contar con algo más que con el resultado de unos tests por muy importantes que estos sean y por muchos estudios que lleven asociados.

La realidad es que las pruebas más usadas y con más peso para evaluar un caso sospechoso de autismo son la escala ADOS y la escala ADRI. Se usan en muchos centros y se consideran el patrón de referencia.

A pesar de ello, debo decirte una cosa. La realización de este tipo de pruebas no es la clave. La clave principal es la experiencia en el tema del profesional que está evaluando a tu hijo. Yo uso otras pruebas habitualmente pero solo a modo de apoyo.

La realidad es que para un profesional experimentado, saber si un niño que tiene delante en al consulta es autista o no, no requiere mucho más de 1 hora de conversación con la familia y observación del comportamiento y la interacción del niño.

Es verdad que hay casos más complejos que están al límite o que necesitan más pruebas porque puede haber más de un problema, pero no es lo habitual.
De hecho, con frecuencia tengo que valorar casos de niños con sospecha de autismo que han sido valorados en otros centros con ese resultado.

En la mayoría de las ocasiones, al poco tiempo de entrar en la consulta le digo a los padres que vamos a seguir halando y viendo para saber qué es lo que le pasa al niño pero que se queden tranquilos, que su hijo no es autista.

 

La cura del autismo ¿Existe de verdad?

A día de hoy no hay cura para el autismo. Para empezar, no sabemos la causa de la mayoría de los casos de autismo. Por otro lado, dentro de los casos de origen genético, no podemos actuar más allá de contar con tratamientos que permiten disminuir los síntomas y terapias que ayuden a estimular el desarrollo de las capacidades de las personas con autismo.

La medicación se usa en aquellos casos con problemas severos en áreas como la hiperactividad o la impulsividad. Existen medicamentos que reducen el nivel de impulsividad, los tics o las estereotipias y otros movimientos animales para mejorarles su calidad de vida y facilitarles la integración con los demás niños.

También hay tratamientos naturales para mejorar el sueño como la Melatonina o para mejorar su funcionamiento cognitivo como el omega 3. El objetivo final es “normalizar” lo máximo posible la conducta y el comportamiento para optimizar su aprendizaje y las relaciones con los demás niños y con su familia.

Dentro de las diferentes pauta de terapia, la Metodología ABA es la que está consiguiendo unos resultados más significativos. A pesar de ello, el perfil de síntomas de cada caso puede requerir una intervención diferente. En estos casos, es imprescindible personalizar el tratamiento.

Para finalizar con los aspectos relacionados con el tratamiento, no he querido dejar de recordar que dentro de los tratamientos con terapias complementarias, hay que dejar de lado las dietas. La eliminación del gluten no mejora a los niños autistas salvo que tengan una intolerancia al gluten, es decir, salvo que sean celiacos.

Igualmente la suspensión de la lactosa o las proteínas de leche de vaca si no hay una patología digestiva que lo justifique, no tiene sentido. Puede provocar alteraciones nutricionales que empeoren el cuadro.

Muchas veces, ante la desesperación de unos padres, hay desaprensivos que aprovechan para “vender humo” y jugar con los sentimientos de los más susceptibles.

Estos son los 6 factores que deciden el futuro de un niño con autismo

Te los voy a presentar en una lista

  • La edad de detección. Cuanto antes se pueda detectar los signos de alarma de autismo, antes podrá empezar el proceso de evaluación y la atención temprana.
  • El tipo y la intensidad de los síntomas. La existencia de síntomas intensos de tipo comunicativo y social propios de un autismo clásico son mucho más preocupantes que los típicos de un síndrome de asperger. De hecho, muchos chicos con asperger hacen una vida completamente normal.
  • Las comorbilidades: Cuando nos encontramos epilepsia o TDAH como síntomas asociados al autismo, el tratamiento puede verse muy dificultado. También podemos encontrarnos con tics, trastornos obsesivo compulsivo, trastornos del sueño y la alimentación… Todo ello, complica sobremanera la situación.
  • El tratamiento y la terapia: El tratamiento farmacológico de los síntomas que lo requieran y la puesta en marcha de un programa de terapia adaptado a las necesidades de cada caso, son determinantes en el pronóstico evolutivo a largo plazo de los niños con trastornos del espectro autista. Cuanto más precoz y específico sea, mejores resultados conseguirá.
  • Los sistemas de apoyo y protección social: Cuando un niño autista cuenta con un entorno familiar, educativo y social ajustado a sus necesidades, la evolución es mucho más positiva. el cuidado en casa por parte de los padres, la supervisión educativa realizada en el centro escolar… son pilares básicos de este proceso que aportan mucho valor

En resumen

  • El autismo es un trastorno frecuente.
  • La causa más frecuente de los trastornos del espectro autista es genética pero la mayoría no se conoce.
  • En el autismo hay una alteración del desarrollo neurológico que afecta a la comunicación entre diferentes zonas del cerebro.
  • Los síntomas del autismo aparecen alrededor de los 18 meses y en la mayoría de los casos no hay señales previas.
  • Los niños autistas asocian trastornos en la comunicación, en las relaciones sociales y un patrón de conductas inflexibles y repetitivas.
  • El diagnostico del autismo es complejo y requiere mucha experiencia por parte de los profesionales.
  • No existe cura para el autismo
  • El tratamiento y la terapia sirven para mejorar los síntomas y estimula el desarrollo

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