Hiperhidrosis, las soluciones médicas a un trastorno e incomodidad difícil de controlar
La hiperhidrosis primaria idiopática afecta aproximadamente un 3% de la población. Suele presentarse de manera espontánea e incontrolable sin estar relacionado con el calor ni las altas temperaturas. Para algunas personas conseguir combatir este exceso de sudoración puede llegar a convertirse en una gran preocupación.
Muchos pacientes llegan a la consulta en busca de una solución lo más definitiva posible para evitar sentir que no tienen el control de su imagen y eliminar los efectos antiestéticos de la hiperhidrosis como pueden ser las manchas de sudor en la ropa, poder dar las manos de manera relajada, entre otras cosas.
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Doctora Maribel Serrano Coronado especialista en Medicina estética en Barcelona Clinica Tufet
Tanto los hombres como las mujeres que padecen hiperhidrosis pueden llegar a experimentar que la hiperhidrosis influye en su manera de relacionarse con los demás, les dificulta la forma en que se presentan y les hace actuar de forma diferente en su entorno social y laboral por los complejos e incomodidad que les genera.
Causas de sudoración excesiva
Las causas de esta producción de sudor excesivo son aún desconocidas, sin embargo en la actualidad existen distintos tratamientos que pueden tratarlo de manera eficaz. En nuestro cuerpo existen entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas que tienen diversas funciones sobre el metabolismo.
Se distinguen dos tipos de glándulas sudoríparas: las glándulas ecrinas, las más numerosas, que están localizadas sobre todo en las palmas de las manos, en las plantas de los pies y en la región frontal de la cara y que están reguladas por el sistema nervioso vegetativo simpático. Las glándulas apocrinas se concentran sobre todo en la zona de las axilas y en la región urogenital. El sudor no tiene olor, el mal olor es por la degradación bacteriana.
La iontoforesis, resultados temporales
Existen distintas tratamientos médicos para tratar la hiperhidrosis. Uno de ellos es la iontoforesis en el cual se aplica electricidad en la zona a tratar mediante unos electrodos. Con la iontoforesis las glándulas sudoríparas quedan desactivadas durante un periodo de tiempo y, aunque no se trata de un tratamiento de resultados definitivos, su aplicaciones sencilla.
La sesión dura entre 10 y 30 minutos y a veces se combina con la inyección de medicamentos parar que los resultados sean más duraderos. Durante la sesión la persona siente un ligero hormigueo y es muy rara la aparición de efectos secundarios derivados de este tratamiento.
El Bótox, uno de los tratamientos más conocidos
El bótox es un tratamiento muy efectivo y uno de los más utilizados para abordar la hiperhidrosis. Además suele ser recomendable en la mayoría de los casos.
En este caso se inocula toxina botulínica tipo A, una sustancia que bloquea temporalmente los nervios que estimulan la sudoración y neutraliza las glándulas sudoríparas en aquellas zonas en la que la sudoración es más intensa.
El bótox se puede aplicar en axilas, pies y manos. Durante la aplicación la persona siente solamente el dolor del pinchazo.
Los efectos secundarios son poco frecuentes, aunque en algunos casos puede aparecer cierta sensación de dolor durante unos días después del tratamiento en la zona tratada.
Miradry, una solución segura
Sin embargo uno de los tratamientos más modernos para luchar contra la hiperhidrosis que aparece en la zona de las axilas es el conocido como MiraDry. Se trata de una solución segura y rápida para combatir la hiperhidrosis que está avalada por seis años de éxito y miles de pacientes satisfechos con los resultados conseguidos.
Mediante un sistema de calentamiento continuo a base de microondas de 5.800 MHz, MiraDry destruye las glándulas de sudor de forma permanente de manera que no vuelven a crecer ni tampoco se produce un efecto de sudoración compensatorio.
De hecho con MiraDry se logra reducir hasta el 80% de las glándulas sudoríparas que se encuentran en la zona de las axilas, una zona en la cual se encuentran localizadas más 50.000 glándulas sudoríparas a una profundidad de entre 2 a 5 milímetros.
MiraDry es además un tratamiento aprobado por la FDA que ganó en el 2014 el premio a la mejor técnica cosmética Aesthetics Award.
Una de las preguntas más frecuentes que realizan los pacientes que se someten a a MiraDry es si al eliminar las glándulas sudoríparas de las axilas el metabolismo puede verse afectado.
Hay que tener cuenta que con este tratamiento se eliminan las glándulas sudoríparas localizadas en una zona del cuerpo que representan tan sólo un 2% del total de 4 millones de glándulas sudoríparas que tenemos en nuestro organismo y que al no verse afectadas seguirán funcionando normalmente. MiraDry es un tratamiento no invasivo e indoloro que debe llevarse a cabo siempre bajo la supervisión de un médico.
La sesión de MiraDry se realiza de forma ambulatoria. Pero cabe destacar que, a veces no basta con una sola sesión, y se requiere una segunda sesión al cabo de entre tres y seis meses.
Después de cada sesión el paciente puede incorporarse a la vida cotidiana habitual evitando la práctica de deporte durante unos días.
Tras el tratamiento puede aparecer cierta hinchazón que desaparecerá al cabo de unos días. También puede detectarse una reducción del vello de la zona de la axila.
Los abordajes quirúrgicos
Existen otros tratamientos más radicales para los casos de hiperhidrosis más graves. Uno de ellos es la extirpación quirúrgica de las glándulas sudoríparas de las axilas que se aplica en las hiperhidrosis más severas.
Se trata de un procedimiento quirúrgico en el cual mediante láser, liposucción, escisión o curetraje (o raspado) se procede a la eliminación de las glándulas sudoríparas. En este caso se aplica anestesia local. Cuando se realiza la extirpación de las glándulas sudoríparas se realiza mediante una liposucción se utiliza una cánula que permite aspirar las glándulas sudoríparas de la parte inferior de la dermis.
Cuando la técnica se realiza con un láser, este es de doble longitud de onda de 920 y 970 mm y se introduce debajo de la piel de la axila para generar un calor continuo que destruye el 90% de las glándulas sudoríparas de la zona. En el caso de la escisión las glándulas sudoríparas se eliminan quirúrgicamente al igual que en el caso del curetraje.
Otro abordaje quirúrgico de la hiperhidrosis es la Simpatectomía Torácica Endoscópica (STE). Se recomienda solamente cuando otros tratamientos no han funcionado y no han permitido obtener los resultados deseados. En esta operación se procede a cortar el nervio responsable de dar la señal al organismo de sudar.
Con la Simpatectomía Torácica Endoscópica (STE) los mejores resultados se obtienen cuando la hiperhidrosis se localiza en las manos o bien en la zona de la cara. Los resultados no son tan satisfactorios cuando la hiperhidrosis se localiza en la zona de las axilas. Es muy importante que el médico especializado realice una valoración personalizada de cada caso para determinar cuál es el abordaje más adecuado para la persona.
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