La comunicación es una de las bases de la relación de pareja, ya que sirve para entendernos con el otro, para expresarle lo que sentimos. Cuando una comunicación no es adecuada, el mensaje del emisor no llega al receptor tal y como el emisor quiere y se producen malos entendidos, como consecuencia, los dos miembros de la pareja se sienten solos, y piensan que que nadie les entiende. Por el contrario, una buena comunicación puede mejorar la relación porque ambas partes quedan satisfechas.
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Doctora Clara Pons Aliaga, médico y terapeuta de parejas en Barcelona. También coach certificada por ICF y Practitioner de PNL (programación neurolingüistica)
Menosprecios, críticas, actitudes defensivas …
No le damos importancia a la forma de expresarnos cuando hablamos con otras personas, y a veces, utilizamos frases que expresan menosprecio o crítica, o nos ponemos a la defensiva o nos negamos a hablar más porque estamos abrumados. Todas estas toxinas o termitas de la relación van mermándola y haciéndola más difícil y complicada.
Como resultado acuden a terapia diciendo que se sienten solos, que el otro no les entiende, que necesitan una intérprete para que puedan entenderse, que discuten mucho más que antes y a veces se faltan el respeto…
Círculo sin salida en la pareja
Estas parejas han entrado en un círculo sin salida y no saben cómo salir de allí..
El primer paso para mejorar la comunicación es empezar a ser más conscientes del patrón que utilizamos cada uno, para ello voy a hablar de esas toxinas o termitas de la relación, también llamadas por Gottman los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Estas toxinas son usadas por todas las personas en sus discusiones. La diferencia es la frecuencia con la que se usan y la habilidad de cada persona para evitarlas y transformarlas en palabras o frases que le acerquen al otro.

Es cuestión de ser prácticos, generosos, de decidir luchar por la relación y no mirarse tanto a uno mismo, de humildad y sobretodo cariño y amor.
Puntualizo que se trata de una DECISIÓN de dar pasos por la relación y reconocer el PODER que cada uno tenemos en esto.
Por ejemplo, cuando una pareja está discutiendo sin fin por las tareas domésticas, pueden estar durante horas, días y años, puede ser eterno si ninguno de los dos “cede”, es decir, como se dice a continuación en el punto de el principio de Aykido: ceder para ganar.
Ceder significa: ser práctico, apostar por la relación, tener empatía, pedir perdón si hace falta, reconocer la parte de verdad del otro, quitarle hierro al asunto, y no significa: evadirse del problema, o darle la razón como a los locos al otro.
Los 4 jinetes del Apocalipsis o toxinas son:
- CRÍTICA: echarle la culpa al otro: Eres un desordenado y egoísta, no has fregado los platos en dos días.
- DESDÉN: menosprecio, cinismo, nombres, insultos, …Eres lo peor, siempre estas igual, dejas los platos sin fregar.
- ACTITUD DEFENSIVA: no fui yo fuiste tu. Tu si que eres desordenada, por qué tengo que fregar yo? No puedes fregar tu?
- ACTITUD EVASIVA: dejar de hablar, no comprometerse. No quiero saber nada, me voy.
Existen unos antídotos para estos 4 jinetes:
- CRITICA: ser más práctico y no pensar tanto en uno mismo, pensar en la relación. Hacer peticiones en lugar de quejas: ¿Podrías fregar los platos, por favor?
- DESDÉN: Respetar al otro, tratarle con cariño, hacerle reconocimientos. Me gustaría que fregaras los platos, de hecho el lunes los fregaste muy bien.
- ACTITUD DEFENSIVA: preguntar que hay detrás de la critica y decir cómo te sientes. ¿Que quieres decir con que soy un desordenado? Me siento mal cuando me lo dices tantas veces.
- ACTITUD EVASIVA: Crea un ambiente cómodo para hablar, una alianza. Reconozco que me siento mal cuando me dices eso, me gustaría expresar lo que siento, pero necesito que intentes entenderme.
Comunicarse con más calma y entenderse
Estos antídotos son muy eficaces para suavizar la conversación y comunicarse con más calma y así poder entenderse.
Si la conversación estuviera en un nivel muy alto de efusividad, en la cual, no se es capaz de hablar para mejorar… en estos casos es mejor sacar tarjeta roja, separarse físicamente, hacer cosas que relajen y dejar la conversación para cuando se esté más calmado.
Ser conscientes de cómo nos comunicamos y ver los resultados en la relación es un buen punto de partida.
El Principio de Aikido en nuestra relación de pareja

“Ceder para ganar”
A muchas personas les resulta difícil aceptar las ideas, sugerencias o peticiones de su pareja porque creen que si lo hacen perderán poder en la relación.
Sin embargo, en las investigaciones de Gottman sobre parejas se demuestra que los hombres que se permiten dejarse influir por sus mujeres, gozan de más poder en su matrimonio que los hombres que no. Esto es debido a que las mujeres se sienten más respetadas y sienten que se les da el poder también, por lo que están más dispuestas a secundar ideas y sugerencias de su pareja.
Cuando en una discusión se responde según el principio de Aikido: cede para ganar, es decir, respondiendo sin estar a la defensiva, pidiéndole a la pareja que explique su punto de vista, en lugar de atacarle, solo así se consigue desarmar a la pareja, especialmente si está dispuesta a pelear, porque hay un cambio de energía de la conversación y permite que ambos miembros de la pareja aborden el conflicto desde la misma perspectiva y desarrollen comprensión mutua, incluso puede que lleguen a un acuerdo aceptable para los dos.
Respeto
Además devuelve la dignidad a la conversación y permite que cada uno de los miembros de la pareja siga sintiendo respeto por sí mismo.
Por tanto, con actitudes de escucha, valoración del otro, dándole importancia a lo que sugiere el otro, etc.. se gana, no solo la calma sino también el respeto y dignidad de la pareja.
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