¿Qué son los pólenes de cupresáceas?

Son los pólenes producidos por los cipreses, las arizónicas y los juníperos. Podemos detectar su polen en la atmósfera de muchos países del sur de Europa durante los meses de invierno. En nuestro colector de pólenes de Madrid, los recuentos más altos aparecen durante los días soleados de Diciembre, Enero, Febrero y Marzo.

¿Producen alergia?

La alergia a los pólenes es el trastorno inmunológico que con más frecuencia afecta al ser humano, se estima que un 20% de la población de Madrid sufre de alergia a algún tipo de polen y de ellos casi las mitad lo son a los de cupresáceas.

¿Siempre ha sido así?

En absoluto, estudios realizados en nuestro centro en 1979, entre los pacientes con polinosis de Madrid, arrojó una prevalencia de sensibilización al polen de cupresáceas de un 0%. Sin embargo cuando repetimos esos mismos estudios en 1994 observamos con sorpresa que había subido a un 20% y desde entonces no ha parado de incrementarse, estando en la actualidad en un 47%.

¿A qué se debe este fenómeno?

El factor más importante es que las concentraciones de pólenes de cupresáceas en Madrid se han multiplicado por 5 en los últimos 38 años, pasando de medias quinquenales (1979-83) que no llegaban a los 2000 granos/m3 de a casi los 10.000 granos/m3 en la actualidad.

 

cupresaceas en Madrid

¿Por qué hay más pólenes de cupresáceas ahora?

Porque se plantan más como árboles ornamentales, hace 40 años los cipreses estaban solo en los cementerios y ahora están en todos los jardines. Mucho peor ha sido con las arizónicas que han sustituido al aligustre para realizar las vallas vegetales, estando en la actualidad presente en la mayoría de las casas y chalés de Madrid.

¿Contribuye el cambio climático?

 

Muchísimo, éste hace que tengamos inviernos con temperaturas cada vez más altas.
Acabamos de finalizar un estudio, que vamos a presentar en el próximo congreso de la Academia Europea de Alergología que se celebrará este mayo en Múnich. En ese estudio damos a conocer que existe una correlación muy estrecha entre las temperaturas medias quinquenales y los recuentos quinquenales de pólenes de cupresáceas de los últimos 38 años en Madrid.

polenes de cupresaceas y rinitis

A más temperatura más polen y es que nuestra ciudad no es una excepción al calentamiento global, de hecho durante estas últimas cuatro décadas hemos incrementado en 1,4°C, la temperatura media anual de la capital.

Por la misma razón hace 38 años la polinización de las cupresáceas no comenzaba hasta finales de Enero, mientras que en la actualidad lo hace a principios de Diciembre, lo que alarga la estación casi un mes más.

¿Influye la contaminación?

Mucho, el CO2, es el principal gas de efecto invernadero responsable del cambio climático, y no ha parado de aumentar anualmente desde 1959, a pesar de los acuerdos internacionales para limitar el consumo de combustibles fósiles.

El CO2 actúa como un magnífico fertilizante, dando una fuente de carbono a las plantas para la realización de la fotosíntesis, lo que se traduce en plantas más grandes, que produce mucho más polen y más alergénico.

¿Influyen los motores diésel?

Por supuesto, los motores diésel expulsan partículas que llevan hidrocarburos poli-aromáticos que además de ser cancerígenos son capaces de multiplicar por 27 la alergenicidad de los pólenes.

Esto explica porque hay muchos más pacientes alérgicos a los pólenes en la ciudades que en el campo.

No olvidemos que en España se ha producido una dramática dieselización de su parque móvil que comenzó en los años 80 y cuyo precio estamos pagando ahora.

 

¿Y los gérmenes?

Hay muchos estudios que correlacionan la presencia de enfermedades alérgicas con la ausencia de exposición a gérmenes en la temprana infancia.

Nuestro sistema inmunológico está diseñado para que esté trabajando incesantemente en orden a defendernos de virus y bacterias, produciendo anticuerpos del tipo IgG, IgM e IgA.

Se ha comprobado que si el niño crece en un ambiente semi-estéril, se produce un cambio de respuesta inmunológica hacia la producción de anticuerpos de tipo IgE, que lejos de defendernos, van por el contrario a producir reacciones alérgicas a pólenes y otros alérgenos.

¿Qué síntomas produce?

Los síntomas principales son rinitis (estornudos, congestión nasal, agüilla) y conjuntivitis (prurito y enrojecimiento conjuntival), siendo con frecuencia la afectación ocular el mayor motivo de queja de los pacientes.

Una buena noticia es que a diferencias de otros pólenes como el Platanus (plátano de sombra) o gramíneas, lo pólenes de cupresáceas no suelen causar tanto asma.

¿Cómo puedo diferenciarlo de un catarro?

El catarro no produce picor en los ojos, los síntomas duran una y no varias semanas y no empeoran los días de recuentos altos de cupresáceas, además el catarro puede cursar con fiebre, la polinosis no.

rinitis y cupresaceas
pruebas cutáneas positivas en Madrid

¿Por qué mis síntomas no siempre se correlacionan bien con los recuentos atmosféricos?

Los recuentos atmosféricos de las cupresáceas suelen ser en diente de sierra, es decir picos de 100 granos/m3 de aire o más que aparecen repentinamente los días soleados y que caen casi a cero con la misma velocidad que subieron, debido al efecto de la lluvia o el frío.

El paciente experimenta síntomas con el pico de pólenes, pero estos suelen hacerse máximos durante las 24-48 horas siguientes, incluso a pesar de que las concentraciones bajen, lo que confunde al paciente (¿doctor, porqué me puse tan mal, si no había ese día pólenes?).

 

¿Qué es el efecto priming?

 

Los pólenes al impactar en la mucosa nasal inducen una respuesta inflamatoria, haciendo que ésta cada vez responda a ellos con más virulencia. Ello explica por qué las concentraciones de cupresáceas a primeros de enero, producen muchos menos síntomas que las mismas concentraciones tan solo 4 semanas después.

¿Quién tiene riesgo de padecerla?

 Como para cualquier alergia a los pólenes es necesario una predisposición genética heredada del padre y/o madre. La mayoría de los pacientes suelen ser jóvenes adultos atópicos polisensibilizados, es decir con alergia a otros pólenes.

No obstante a diferencia de otros pólenes, entre los alérgicos a cupresáceas encontramos también un subgrupo de pacientes muy definido que debutan por primera vez con la enfermedad por encima de los 50 años y que no son atópicos ni polisensibilizados, “otra extrañeza más de este polen”.

¿Cómo puedo curarla?

 

Las vacunas alergénicas son muy eficaces, normalmente sólo es necesario usar un solo tipo de polen (Cupressus o Juniperus) ya que la reactividad cruzada entre sus especies es muy alta.

El tratamiento en nuestro centro consiste en una inyección administrada mensualmente durante todo el año y durante un periodo de 3-5 años.

La mejoría ya comienza en los primeros meses y puede llegar a alcanzar al final del tratamiento un 70-80%. Una vez finalizada la vacunación, la recuperación alcanzada tiende a persistir durante los años siguientes.

vacunas alergénicas

¿Algunos consejos?

1. Disminuir las actividades al aire libre especialmente durante los días con recuentos altos y/o polución.
2. Tomar las vacaciones durante el período álgido de polinización, eligiendo una zona libre de pólenes (por ej. la playa o montañas con nieve).
3. Mantener las ventanas cerradas. Poner en las salidas de ventilación filtros antipolen.
4. Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en coche. Poner filtros al aire acondicionado del automóvil.
5. Permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes. Durante el período álgido de polinización evitar salir, sobre todo los días de sol y/o viento.
6. Tomar la medicación prescrita por su alergólogo y aplicarse la vacuna contra la alergia.
7. Ordenar podar las arizónicas de tu casa 3 veces al año, ello disminuye mucho su emisión de pólenes.
8. No secar la ropa en el exterior los días de recuentos altos, se llena de pólenes.
9. Al salir a la calle ponerse gafas de sol y mascarilla (por ejemplo Respro®) o filtros nasales (por ejemplo Rhinix®)
10. Al volver de la calle, ducharse (incluyendo el pelo), cambiarse de ropa y limpiar la nariz y senos con lavados rino-sinusales (por ejemplo RhinoDouche®)
11. Seguir los recuentos diarios de pólenes de cupresáceas que facilitamos en nuestro centro (clinicasubiza.com).
12. Si tienes que viajar, consulta antes los pólenes de cupresáceas a los que vas a exponerte en tu lugar de destino, en polenes.com

¿Doctor, alguna novedad que puedas contarme?
Puedo contarte tres novedades para defenderte de este polen.

1) Hemos presentado un estudio en el último simposio de la SEAIC, donde se objetiva que las vacunas de cupresáceas resultaron muy eficaces. Es un seguimiento de 15 pacientes que recibieron vacunación durante 3 años en nuestro centro. Se valoró la disminución diaria de síntomas y de requerimiento de medicación (cartilla electrónica)

Sólo 2 de los 15 pacientes no mejoraron, observándose una mejoría clínica del 100% en el 40% de los pacientes, del 75-99% en el 33% y del 50-74% en 6 % restante.

2) Tenemos un nuevo y revolucionario tratamiento para la alergia a los pólenes, se llama RhinoLight, te mejora la alergia aplicando una luz en la nariz, puedes informarte en este link.

3) Han salido al mercado unos filtros nasales que pueden ayudarte con esta alergia (pincha aquí)

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