En la actualidad, los profesionales especialistas en ginecología y/o sexología siguen visitando un gran número de mujeres maduras que se quejan de disconfort en sus genitales y de apatía sexual. La mayoría de las veces estas mujeres son derivadas por los médicos de cabecera, ya que presentan prurito o escozor en el área vulvovaginalmolestias relacionadas con la micción.

Ello ocasiona reiteradas visitas en atención primaria y controversias en su manejo, por el modo de presentación, por la intensidad y la frecuencia con que se producen. Durante años repetimos el clásico concepto de salud tal como lo definiera la OMS, “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social; y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Sequedad vaginal en la mujer madura
Ginecóloga y sexóloga en Mataró - Dra. María Cáceres

Doctora María Cáceres Ginecóloga y sexóloga en Mataró. Fundadora de Entredones; una apuesta por un concepto de atención médica integral desde una perspectiva educativa-social.

Sequedad vaginal en la mujer madura

Si establecemos un paralelismo, podemos definir a la salud vaginal como “la autopercepción de bienestar genital en las diferentes etapas de la vida, que lleva implícito un equilibrio psicoemocional y una actividad sexual periódica, satisfactoria; y no solamente la ausencia de afecciones vulvovaginales”.

Es necesario explicar a la mujer algunos aspectos esenciales de la anatomía y del funcionamiento del aparato genitourinario.

La homeostasis vaginal debe ser entendida como aquellos mecanismos de autorregulación necesarios para mantener la constancia en la composición de la flora vaginal autóctona que está representada fundamentalmente por lactobacilos. Dicha homeostasis, nos ayuda a “comprender la vagina como un órgano pleno de vida en constante adaptación y renovación durante todo el ciclo vital de la mujer”.

Una vagina sana y equilibrada es el elemento clave para no experimentar síntomas locales como prurito, escozor, cambios en el flujo vaginal, microsangrado y dolor coital; y otros síntomas psicoemocionales como ansiedad, cambios de humor, inseguridad y enfado debido a la recurrencia de los síntomas físicos.

Gozar de una buena salud vaginal permite a la mujer tener una vida sexual satisfactoria con innumerables beneficios físicos, psicoemocionales y sociales.

Los factores que alteran el normal equilibrio de la flora o microbiota vaginal pueden ser tanto internos como externos.
A continuación, mencionamos los más destacados: edad de la mujer, menstruación, hábitos alimentarios e higiénicos inadecuados, método anticonceptivo utilizado, cambios hormonales durante el embarazo, el puerperio y el climaterio, frecuencia de la actividad sexual, toma de antibióticos o de medicamentos utilizados contra el cáncer.

Diagnóstico de la atrofia o sequedad vulvovaginal

Lo primero es realizar un interrogatorio completo acerca del estado y funcionamiento de los órganos genitales y urinarios de la mujer, como así también preguntar sobre la vida sexual en la actualidad. Es importante que la mujer preste atención a su cuerpo y reconozca los síntomas de disconfort genital.

La atención de la mujer madura debe incluir siempre la exploración genital para evaluar el estado de la mucosa vaginal. Durante las revisiones ginecológicas encontramos aún a muchas mujeres con atrofia vulvovaginal. Las vaginas atróficas son secas, pálidas, frágiles, rígidas, lisas, dolorosas y si pudieran hablar dirían con total seguridad ¡préstame atención!

Se suelen observar además signos de irritación vulvar y cambios en la anatomía de la vulva, como pérdida de trofismo de los labios mayores, atenuación de los labios menores y ocultamiento del glande del clítoris.

Con frecuencia se encuentran diferentes tipos de prolapsos genitales o descenso de órganos pélvicos como la vejiga, el útero, el recto, y en ocasiones eversión de la mucosa uretral.

Todos los hallazgos clínicos descriptos pueden acompañarse de secreciones genitales malolientes, erosiones vaginales, aumento de la friabilidad en el cuello uterino que sangra al contacto y en la vagina que impide una adecuada exploración. Los escapes involuntarios de orina, las cistitis postcoitales y las infecciones urinarias recurrentes también merecen nuestra atención.

Otro recurso para valorar el grado de la atrofia vaginal es la realización de la citología cervicovaginal o Papanicolaou. Observaremos aumento en las células de las capas profundas o basales, predominio de células parabasales y disminución de las superficiales. Fluctuaciones en la flora vaginal autóctona y presencia de microorganismos patógenos oportunistas.

Tratamiento de la sequedad vaginal

La vagina es un órgano genitosexual que requiere cuidados específicos durante todo el ciclo vital de la mujer y aún más durante el climaterio.

Concretamente durante la menopausia, la deficiencia de estrógenos conduce a un adelgazamiento de la pared vaginal. Esto da lugar a diferentes síntomas como menor lubricación, grados variables de sequedad, prurito, dolor durante la penetración, sangrado postcoital, síntomas urinarios erráticos y las primeras presentaciones de incontinencia urinaria.

La vagina, sufre los cambios más notorios de la atrofia; pierde sus pliegues rugosos, disminuye su elasticidad y aumenta por tanto su fragilidad con afectación directa en la sexualidad. La mayoría de las mujeres postmenopáusicas que tienen sequedad vaginal, lo viven en silencio, con resignación; piensan “es lo que toca por edad”.

Sólo una de cada cuatro mujeres con síntomas moderados y persistentes de atrofia, buscará atención médica especializada. La primera opción para resolver esta afección es ir a la farmacia de confianza y tras probar diferentes hidratantes sin la mejoría esperada se toma la decisión de acudir al ginecólogo.

En aquellos casos que la atrofia haya progresado y deteriorado la vida sexual se debe considerar también el counselling sexológico. Actualmente, lo más adecuado es hacer un abordaje conjunto ginecosexológico durante la revisión ginecológica anual.

Los tratamientos para mejorar la atrofia vulvovaginal son variados y deberían siempre ser indicados por el especialista. Cada mujer necesita un tratamiento personalizado para aliviar el disconfort genital, mejorar la calidad de vida y disfrutar de una sexualidad placentera.

En aquellas pacientes con miedo a tomar hormonas y con síntomas leves de atrofia, se sugieren medidas generales que mejoren su actual estilo de vida. Las más relevantes son: actividad sexual periódica, abandono del tabaco, mantener un peso saludable, ejercicio físico periódico, aplicación de geles hidratantes que recuperen la flexibilidad y la elasticidad vaginal y de lubricantes isosmolares que mejoren las relaciones sexuales. El empleo de dilatadores vaginales es cada día más considerado.

En pacientes que aceptan la terapia hormonal estrogénica, la misma puede ser sistémica o local. Se indicará terapia sistémica cuando sea necesario aliviar no sólo la atrofia vulvovaginal sino también otros síntomas menopáusicos. La vía de administración puede ser oral o transdérmica y debe utilizarse un gestágeno para contrarrestar el efecto estrogénico sobre el endometrio.

La terapia local, se lleva a cabo con estrógenos a dosis bajas, administrados por vía vaginal en preparados tipo cremas, óvulos, geles, anillo vaginal. Ambas, dan respuesta a síntomas moderados o intensos de atrofia genital. En la actualidad hay otros preparados farmacológicos como el Ospemifeno que no contiene hormonas, pero estimula los receptores estrogénicos vaginales mejorando la atrofia y el dolor durante el coito.

También se comercializa un medicamento que asocia estrógenos conjugados y un inhibidor de los efectos proliferativos que causan los estrógenos en el endometrio, está indicado en mujeres postmenopáusicas con útero para las que no resulte apropiado una terapia con gestágenos.

Las mujeres postmenopáusicas que no pueden recibir terapias hormonales pueden beneficiarse de la terapia con láser que además de tratar eficazmente la atrofia, produce un rejuvenecimiento genital recuperando el trofismo de los tejidos.

Toda mujer que busque mejorar el aspecto y la funcionalidad de la vulva y la vagina tiene que saber que existen nuevas técnicas con efecto antiaging íntimo como el mencionado láser, el ácido hialurónico y la radiofrecuencia vaginal.

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