Al hablar de sensibilidad dental estamos tratando un tema recurrente, un problema cotidiano con el que mucha gente se siente identificada. Concretamente, entre un 25% y un 30% de la población padece sensibilidad dental. Situaciones como no poder comer un helado o una naranja, o que incluso nos moleste el aire frío de la calle en invierno y tengamos que cerrar o cubrirnos la boca, son muy frecuentes y demasiado molestas.

La sensibilidad dental aparece de forma repentina y es una de las patologías de nuestros dientes con más prevalencia, especialmente común en mujeres, entre las décadas de los 30 y los 40 años.

Cuando pensamos en sensibilidad dental lo relacionamos con una sensación desagradable que muchas veces definimos incluso como dolorosa. Está producida por estímulos externos, cuando tomamos algo frío, caliente, muy dulce o muy ácido, nos puede llegar a molestar enjuagarnos con agua del tiempo.

Podríamos decir que llega a condicionar nuestros hábitos y nuestra rutina y nos hace evitar todo aquello que nos resulta molesto por lo que condiciona el día a día de quien la padece.

Es por esto que son frecuentes los remedios caseros para la sensibilidad dental así como los anuncios de televisión que venden pastas dentales para dientes sensibles y es habitual ver también pastas y enjuagues específicos para este problema en las baldas de los supermercados y las farmacias.

A pesar de todo esto, en ocasiones, el método que elegimos para solucionar el problema no es el correcto. Para poner una solución correcta antes debemos de conocer la causa real de nuestro problema y lo más recomendable es acudir a un especialista que nos ayude a detectarlo y tratarlo.

 

¿Cuáles son las causas de la sensibilidad dental?

Para entender esto tenemos que explicar primero que el diente tiene 3 capas, la primera es el esmalte y recubre la corona del diente, es el tejido más duro que tenemos en nuestro organismo.

causas de la sensibilidad dental repentina

La segunda es el cemento, que se encuentre en las raíces de los dientes, debajo de la encía, justo a continuación del esmalte.

La tercera capa es la dentina, es la capa más blanda y está justo a continuación de los dos tejidos anteriores, protegiendo la pulpa del diente, donde están los vasos sanguíneos y los nervios del diente.

Una vez dicho esto, es fácil entender que si existe un desgaste del esmalte o se retraen las encías y el cemento se desgasta, la dentina queda expuesta y a través de sus túbulos es fácil que lleguen al diente sensaciones desagradables como el frío y el calor, causando incluso dolor ante situaciones que no deberían de ser molestas.

La sensibilidad dental es más común en la población joven o de mediana edad, ya que a medida que pasan los años se va transformando y formando más dentina, llamada dentina secundaria y esta va ocupando parte del espacio de la pulpa dental por lo que el diente se vuelve menos sensible.

La siguiente cuestión que nos surge es ¿Qué causa el desgaste de los tejidos de los dientes y la recesión de las encías?

La recesión de las encías puede estar causada por alguno de estos motivos:

  • Cepillado muy fuerte o con cepillos de cerdas duras.
  • Enfermedad periodontal con recesión de los tejidos que rodean al diente, hueso y encía.
  • Apiñamiento o maloclusión dental por tener los dientes descolocados.
  • Tener el hábito de rechinar los dientes, que no solo produce recesión de la encía, también puede ocasionar desgaste del esmalte y el cemento y fracturas. Se conoce también como bruxismo.

El desgaste de los tejidos del diente, que también puede tener distintos orígenes:

  • El tipo de higiene bucal que tengamos, igual que en el caso anterior, un cepillado agresivo puede ser malo y también puede desgastar el diente, pero un cepillado deficiente puede provocar acúmulos de placa que con el paso del tiempo desgastan el esmalte y el cemento.
  • La ingesta de comidas o bebidas muy ácidas, como el vino, el té, los refrescos o los cítricos.
  • Algunas enfermedades gástricas como las úlceras o trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia, pueden originar ácidos en la boca que dan lugar a grandes desgastes en los dientes, e incluso pueden ver con un tamaño más reducido.
  • Algunos procedimientos dentales, como los blanqueamientos dentales o las tartrectomías, en las que se retira el sarro que cubre en algunas ocasiones los dientes. Este tipo de sensibilidad es transitoria y debe desaparecer unos días después del tratamiento.
tratamiento para la sensibilidad dental

¿Cómo podemos prevenir la sensibilidad?

Ahora es cuando podemos hablar de cómo prevenir la sensibilidad, aunque en muchas ocasiones, cuando queremos prevenir, el daño ya está causado pero podemos hacer que no se agrave.

Una higiene dental correcta, con un cepillo con cerdas de dureza media o suaves, evitar comidas y bebidas ácidas y poner remedio al bruxismo son las recomendaciones más habituales para evitar que se retraigan las encías y se desgasten los tejidos del diente.

En algunos casos se recomienda recolocar los dientes con tratamientos de ortodoncia para aquellos pacientes que lo necesiten y que les pueda ocasionar problemas futuros.

¿Cómo quitar la sensibilidad dental?

A la pregunta de ¿Cómo quitar la sensibilidad dental? o ¿Cuál es el tratamiento para la sensibilidad dental? las respuestas son muy variadas y a menudo nos entramos con consejos o remedios caseros o acudimos a automedicarnos con analgésicos como el Ibuprofeno pero no acaban de satisfacer nuestras necesidades, ya que el dolor persiste.

Pastas dentales o colutorios para la sensibilidad dental

En la farmacia nos pueden recomendar distintos tipos de productos:

 

  • Pastas dentales o colutorios para la sensibilidad dental que contienen nitrato potásico y concentraciones de flúor más elevadas que las pastas tradicionales y que nos pueden ayudar a remineralizar el diente y detener las molestias.
  • Geles bioadhesivos que se aplican en la zona en la que tenemos sensibilidad y actúan de forma más precisa e inmediata.
  • Cepillos de dientes extra suaves específicos para aquellas personas que tengan sensibilidad dental y necesiten un cuidado especial en el cepillado.

Tratamiento de la sensibilidad dental

En muchos casos, a pesar de estos remedios para la sensibilidad dental ésta no desaparece y acudimos a nuestro dentista en busca de otra solución. En la clínica, los modos de abordar el problema son varios:

    • Realizar una pauta con los productos desensibilizantes de farmacia anteriormente mencionados, pastas, enjuagues y geles.
    • Aplicar barnices con altas concentraciones de flúor de uso exclusivo en clínica.
    • Tapar estos desgastes con resinas, como los empastes, para que no sigan evolucionando y disminuya la sensibilidad.
    • Alinear los dientes en aquellos casos en los que, por su posición, puedan acarrearnos recesiones y maloclusiones que desgasten las piezas dentales.
    • Confeccionar una férula de descarga a medida para aquellos pacientes que padezcan bruxismo.
    • Injertos de encía para cubrir las zonas donde se ha producido una recesión.
    • Tratamiento con láser, que se basa en el sellado de los túbulos dentinarios mediante el haz de luz del láser.

    Estos tratamientos deben de seleccionarse según las necesidades de cada paciente y se debe de realizar un seguimiento en el tiempo para comprobar los resultados y la evolución de cada caso.

    Los tratamientos para la sensibilidad dental se componen, en definitiva, de un cambio de hábitos, la incorporación de productos para la higiene dental específicos y la supervisión y realización de tratamientos en la clínica dental, todo ello encaminado a resolver, o al menos mitigar, el problema y mejorar nuestra calidad de vida.

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